El cigarrillo o cigarro es uno de los formatos más populares en el consumo de tabaco. Un cigarrillo es tabaco seco picado recubierto por una hoja de tabaco o papel en forma de cilindro, comúnmente acompañado por un filtro.
su nombre generico es nicotina tabacum, el humo producido por la inhalacion de cigarro es supremamente toxico para el organismo, pues contiene nicotina, monoxido, de carbono, y es una droga adictiva. un cigarrillo contiene 6 y 8 mg de nicotina. las dosis letal oscila entre 40 mg a 60 mg. Los efectos fisiologicos pueden ser: gingivitis, piorrea, hipertension arterial, cancer en la laringe, pulmones, cavidad oral, esofago y estomago. los efectos psicologicos: la estimulacion, mayor energia, relajacion placentera. los consumidores dicen que:
su nombre generico es nicotina tabacum, el humo producido por la inhalacion de cigarro es supremamente toxico para el organismo, pues contiene nicotina, monoxido, de carbono, y es una droga adictiva. un cigarrillo contiene 6 y 8 mg de nicotina. las dosis letal oscila entre 40 mg a 60 mg. Los efectos fisiologicos pueden ser: gingivitis, piorrea, hipertension arterial, cancer en la laringe, pulmones, cavidad oral, esofago y estomago. los efectos psicologicos: la estimulacion, mayor energia, relajacion placentera. los consumidores dicen que:
"CALMA LOS NERVIOS, AYUDA A TRABAJAR Y NO ENGORDAR"
Dejar de fumar y sus beneficios
Debido a los grandes riesgos que trae aparejado el consumo de tabaco, el dejar de fumar no es sólo beneficioso para la propia salud, sino para la de las personas que nos rodean.
Incluso a los pocos minutos de haber dejado de fumar, la presión sanguínea y el ritmo cardíaco bajan a su ritmo normal.
Decrecen los riesgos de enfermedades graves como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer de pulmón, de páncreas, de hígado, de riñón, úlcera grastroduodenal, y ataques al corazón.
Para dejar de fumar existe toda una variedad de métodos de los cuáles se puede elegir el que se cree de mayor conveniencia personal.
Los familiares, amigos, compañeros de trabajo pueden apoyar o alentar a una persona para dejar de fumar, pero la decisión debe provenir de la persona en cuestión, debido a que el propio deseo suele ser una de las mejores motivaciones que acompañan al compromiso para llevarlo a cabo.
Como cualquier otra conducta adictiva, el dejar de fumar, y el mantenerse sin fumar es particularmente difícil. Sólo un 10% de personas logran dejar de fumar por su propia cuenta, en contraposición con un 60% que alcanzan la abstinencia mediante programas o métodos sensibles.
Se observa que estos programas utilizan una combinación de varias estrategias e de la terapia cognitiva-conductual como ser el reconocimiento del comportamiento, enfocar la atención de las personas a la realización de sus tareas cotidianas sin fumar, modificación del comportamiento adictivo, reconocimiento de recaídas potenciales y afrontamiento de las mismas, y manejo la irritabilidad, tensión y aumento de peso producidos por la abstinencia del tabaco. Junto a estos métodos y estrategias se suele utilizar temporariamente medicamentos sustitutos de la nicotina como son parches y chicles de nicotina.
Además se sugiere la psicoeducación (informar al fumador de los efectos adversos de la abstinencia y los riesgos de continuar fumando) y grupos de apoyos a los cuáles se recomiendo ir de una a dos horas por semana.
Una vez tomada la decisión de dejar de fumar es muy importante conseguir un método adecuado y personas que sirvan de apoyo para aumentar las posibilidades de tener éxito en tal empresa. De no lograrlo la primera vez, simplemente tome la experiencia como un aprendizaje, no como una fracaso. Es muy común que se necesite hasta seis intentos o más antes de poder realmente dejar de fumar. Se cree que un 70% de las personas que han logrado abstenerse de fumar lo han intentado una o dos veces antes de conseguirlo, un 20% ha hecho de 2 a 5 intentos y un 9% no lo ha alcanzado antes de más de seis truncados intentos.
Por esta razón, si se propone dejar de fumar y sufre una recaída, únicamente reflexione sobre la razón por la cual no resultó, desarrolle nuevas estrategias y propóngaselo una vez más. Generalmente, para romper con un hábito se necesita de varios intentos.
Suele suceder que una persona que desea dejar de fumar y lo logra incite a los individuos que lo rodean a intentar dejar de fumar y a no temer a los efectos propios de la abstinencia.
Debido a los grandes riesgos que trae aparejado el consumo de tabaco, el dejar de fumar no es sólo beneficioso para la propia salud, sino para la de las personas que nos rodean.
Incluso a los pocos minutos de haber dejado de fumar, la presión sanguínea y el ritmo cardíaco bajan a su ritmo normal.
Decrecen los riesgos de enfermedades graves como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer de pulmón, de páncreas, de hígado, de riñón, úlcera grastroduodenal, y ataques al corazón.
Para dejar de fumar existe toda una variedad de métodos de los cuáles se puede elegir el que se cree de mayor conveniencia personal.
Los familiares, amigos, compañeros de trabajo pueden apoyar o alentar a una persona para dejar de fumar, pero la decisión debe provenir de la persona en cuestión, debido a que el propio deseo suele ser una de las mejores motivaciones que acompañan al compromiso para llevarlo a cabo.
Como cualquier otra conducta adictiva, el dejar de fumar, y el mantenerse sin fumar es particularmente difícil. Sólo un 10% de personas logran dejar de fumar por su propia cuenta, en contraposición con un 60% que alcanzan la abstinencia mediante programas o métodos sensibles.
Se observa que estos programas utilizan una combinación de varias estrategias e de la terapia cognitiva-conductual como ser el reconocimiento del comportamiento, enfocar la atención de las personas a la realización de sus tareas cotidianas sin fumar, modificación del comportamiento adictivo, reconocimiento de recaídas potenciales y afrontamiento de las mismas, y manejo la irritabilidad, tensión y aumento de peso producidos por la abstinencia del tabaco. Junto a estos métodos y estrategias se suele utilizar temporariamente medicamentos sustitutos de la nicotina como son parches y chicles de nicotina.
Además se sugiere la psicoeducación (informar al fumador de los efectos adversos de la abstinencia y los riesgos de continuar fumando) y grupos de apoyos a los cuáles se recomiendo ir de una a dos horas por semana.
Una vez tomada la decisión de dejar de fumar es muy importante conseguir un método adecuado y personas que sirvan de apoyo para aumentar las posibilidades de tener éxito en tal empresa. De no lograrlo la primera vez, simplemente tome la experiencia como un aprendizaje, no como una fracaso. Es muy común que se necesite hasta seis intentos o más antes de poder realmente dejar de fumar. Se cree que un 70% de las personas que han logrado abstenerse de fumar lo han intentado una o dos veces antes de conseguirlo, un 20% ha hecho de 2 a 5 intentos y un 9% no lo ha alcanzado antes de más de seis truncados intentos.
Por esta razón, si se propone dejar de fumar y sufre una recaída, únicamente reflexione sobre la razón por la cual no resultó, desarrolle nuevas estrategias y propóngaselo una vez más. Generalmente, para romper con un hábito se necesita de varios intentos.
Suele suceder que una persona que desea dejar de fumar y lo logra incite a los individuos que lo rodean a intentar dejar de fumar y a no temer a los efectos propios de la abstinencia.
2 comentarios:
muy interesant muy completo!!!
las felicito
les kedo muy bonito
ye s bueno saber
sobre todo tipo de
informacion y sta esmuy
importante
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